Trucos para conservar el queso
Todos sabemos la sensación tremendamente positiva que tenemos cuando llegamos a casa después de hacer la compra y comenzamos a sacar todos los alimentos fresquísimos, y buenísimos. Y a nuestra familia o compañeros, seguro que también les encanta.
Pero hay algunos alimentos que si no los conservamos de la forma correcta pueden saber a atrasados, o estar duros, o con un sabor diferente en cuestión de un par de días. Y eso nos puede pasar, por ejemplo, con el queso.
De hecho, seguro que en muchas ocasiones te has planteado la duda: ¿mejor guardarlo dentro de la nevera o fuera? ¿En una quesera o al aire libre? ¿Envuelto con film o en papel plata? Bueno, te dejamos por aquí unos cuantos consejos para que el queso que te lleves de nuestros establecimientos te sepan a gloria hasta el final.
1. La temperatura. Una cosa que no solemos tener en cuenta es la temperatura ideal para conservar los quesos. Evidentemente, esta variará dependiendo del tipo de queso: no es lo mismo un queso de tapa dura, que se debe conservar entre los 8 y los 12 grados, que una de pasta blanda, que se conservan mejor entre 4 y 8 grados. Si lo metemos a la nevera, usa los cajones de la verdura, porque es la menos fría.
2. El envoltorio. Bien, veamos ahora cómo es mejor guardarlo… Una opción es usar el envase original o papel encerado, como el de la carne. O también se puede utilizar papel de horno, que es más o menos lo mismo. Otra alternativa es el papel de film, con cuidado de no apretarlo mucho, para que no aparezca moho por recalentarse. También puedes usar el papel de aluminio. Hay quien lo guarda en tápers, y no está mal, pero hay que tener en cuenta que se si es un queso blando, éste puede fermentar por la falta de oxígeno.
Si queremos conservar un queso con moho en la superficie, es mejor envolverlo en un trapo de algodón previamente humedecido. De hecho, antes lo hacían de esta manera. Desde luego, las queseras de vidrio no son la mejor opción, aunque sí la más bonita. Porque evitan que el olor se transmita, pero al estar en contacto con el aire directamente, el queso también tiende a quedarse seco.
3. El tiempo. Tampoco podemos conservar los diferentes tipos de queso durante el mismo tiempo:
- Los quesos más pequeños, los quesos poco curados, los quesos de pasta blanda y los quesos bajos en grasa son los que menos tiempo se pueden conservar. Estos tipos de quesos no se deben conservar en frío durante más de 15 o 20 días.
- En el caso de las tortas las debemos consumir lo antes posible y en ningún caso las debemos conservar durante más de un mes.
- Los quesos de cabra de tapa prensada, por ejemplo de 1 kilo, se pueden conservar entre 1 y 2 meses, y algo más si son más grandes.
- Los quesos de oveja de pasta prensada son los que se más tiempo se pueden conservar, 1 kg se puede conservar durante meses, además cuanto más dura sea la pasta y más grasa sea la leche se conservará en mejor estado.
4. Congelar… ¿sí o no? Pues igual ni te lo has planteado, y hay opiniones de todo tipo, pero lo cierto es que congelar los quesos blandos y cremosos es una buena opción para que no se estropeen, aunque se pierde un poco el aroma y el sabor original del queso. A tener en cuenta:
- Si congelamos quesos duros, una vez que los hayamos descongelado, se desmenuzará con el corte.
- Si vamos a congelar queso una buena idea es hacer varias porciones para ir descongelando sólo la cantidad que vayamos a consumir.
Nuestro consejo es que os llevéis lo que vayáis a consumir próximamente, pero como muchas veces el repetir la compra varias veces a la semana no es posible, ya sabéis qué alternativas de conservación tenéis. Y si tenéis alguna duda, consultad con nuestros especialistas.