10 propiedades que quizá no conocías de la miel
Parece que el verano nos invita a disfrutar un poco más de esos alimentos que son dulces y que podemos mezclar tanto con postres como con piscolabis o tentempiés e incluso cocinando con ellos. Hoy vamos a hablar de uno de esos super alimentos: la miel.
La miel natural se produce de manera natural por la Apis mallifera y distintas subespecies de abejas. Estas últimas obtienen la miel por el néctar de las flores y también por secreciones liberadas por las propias abejas.
La miel de abeja tiene una composición compleja y rica en nutrientes, que han sido aprovechados para el consumo humano desde las sociedades más ancestrales.
La mayor proporción de dichos nutrientes está ocupada por carbohidratos, como la fructosa y la glucosa. Además contiene enzimas, antioxidantes, aminoácidos, vitaminas, minerales y ácidos orgánicos, que hacen que la miel tiene muchas propiedades.
Y aunque muchos podemos identificarlo con un alimento que engorda, nada más lejos de la realidad (bueno, como todo, en su justa medida, no engorda para nada).
Vamos a ver cuáles son esas 10 propiedades de la miel que quizá no conocías.
- Debido a las inhibinas (peroxido de hidrogeno, flavonoides y ácidos fenólicos) presentes en la miel, esta sustancia tiene propiedades importantes como bactericida. De hecho, se utiliza contra el acné y algunas irregularidades de la piel.
- Los antioxidantes son sustancias naturales que impide la formación de óxidos, lo que a su vez frena la descomposición celular. En este sentido, el consumo periódico de miel de abeja puede ser un complemento dietético importante en la prevención de enfermedades cardíacas, del sistema inmune y de procesos inflamatorios.
- Es un agente protector que, al mezclarse con otros alimentos, puede potenciar tanto el sabor como sus propiedades benéficas para la salud. En este mismo sentido, la miel de abeja sirve como un sustituto natural del azúcar refinado.
- La miel de abeja contiene aproximadamente enzimas y aminoácidos. Estas se originan por la actividad de las propias abejas, y en ocasiones en el néctar de la planta. Las proteínas tienen un papel fundamental en el crecimiento y la síntesis de distintos tejidos. A su vez, los aminoácidos son la base para la producción de proteínas.
- La alta concentración de humedad de la miel no solo influye en su viscosidad, peso, sabor y color, sino que puede ser fundamental para humectar distintas partes de nuestro cuerpo.
- Al combinarse con otros productos naturales, como el jugo de limón o la canela, la miel puede favorecer la actividad del sistema digestivo. Esto quiere decir que ayuda a metabolizar los alimentos, previniendo o aliviando indigestiones estomacales.
- A la miel se le atribuyen propiedades antisépticas, es decir, reduce la posibilidad de infecciones al aplicarse en el tejido vivo en algunas heridas. Por eso se utiliza para el tratamiento de quemaduras, por ejemplo.
- Alivia la tos y el dolor de garganta, al combinarse con otras sustancias como el jugo de lima o limón, la miel de abeja alivia el dolor de garganta, incluso en pequeñas dosis.
- La aplicación directa de la miel de abeja en músculos inflamados se ha utilizado como un potente antiinflamatorio, es decir, se le ha atribuido la propiedad de reducir hinchazones musculares.
- La medicina ayurveda, tradicional de la India, le ha atribuido a la miel propiedades de revitalizantes, que a su vez alivian debilidad o cansancio excesivo.
Como ves, es un alimento más que recomendable para que lo mezclemos con nuestra dieta habitual.